Desde el reproductor nos llega la imagen y la voz de un hombre anciano que evoca la huelga obrera de Enero de 1919, el hombre, fornido aun recuerda su infancia el patio del conventillo porteño. Rememora con dolor esa miseria de las gentes proletarias y sus familias hacinadas a seis personas por pieza, también su “bautismo” como militante anarquista en la heroica huelga solidaria por las ocho horas de labor.
Vicente Francomano, carpintero de oficio, miembro de una familia de diez hijos, huérfanos de padre y con una madre trabajadora viviendo como pueden bajo la primera presidencia de H. Yrigoyen.
Dice Vicente que un buen día en pleno verano llegó a los talleres la voz: ¡A la huelga, todos a la huelga!, asamblea de la FORA, solidaridad con los compañeros que sufren a los Vasena.
Y entonces siendo casi un niño, pero ya curtido en el rigor de la vida, asistir a los mítines obreros, ser parte del cortejo fúnebre que llevó los féretros de los asesinados por la policía de Dellepiane-Yrigoyen a la Chacarita. Agitadas jornadas de Enero del 19, que acabaron con Vasena firmando el pliego de aumento de salarios y reducción de la jornada de trabajo, luego de diez días ardientes de revuelta.
Vicente Francomano, militante de la FORA V Congreso, fundador de bibliotecas populares y centros de estudio de Ecología Social, artesano. Una vida y una voz templada en tiempos de furia.
En este presente donde asoma la legítima insumisión juvenil y proletaria, vale la pena recuperar estas historias.