El 16 de septiembre de 1976 la dictadura militar secuestró, torturó y asesinó a un grupo de estudiantes secundarios de la ciudad de La Plata que luchaban por el boleto estudiantil. Esta era una de las tantas resistencias al proyecto genocida de los militares. Ellos no luchaban sólo por un boleto más barato: se organizaron y dieron sus vidas a la construcción de una sociedad justa y libre.
Pensamos que las razones por las que lucharon estos compañeros y compañeras siguen vigentes, como siguen vigentes los anhelos y la necesidad de libertad e igualdad, de una vida digna. Los y las anarquistas reivindicamos las luchas revolucionarias de la generación de los ’70 y levantamos sus banderas para desplegarlas en el presente, intentando aportar nuestros esfuerzos desde un proyecto revolucionario que apuesta a que sea el propio pueblo organizado el que forje sus sueños y decida su destino.
La organización y la lucha de los estudiantes, para lxs libertarixs, tiene un rol importante en esta tarea de construir un pueblo fuerte. Pensamos que no podemos quedarnos en la crítica al sistema educativo como parte del sistema de dominación, y que sobran razones por las cuales luchar: mayor presupuesto, becas, boleto estudiantil, mejores condiciones edilicias y de cursado o cambios en los planes de estudio.
Estamos convencidxs de que es posible y necesario transformar esto, que estas luchas se pueden ganar. Que se puede construir una escuela diferente, una educación diferente. Y estamos convencidxs también de que estos cambios no van a venir desde arriba, que sólo la organización, la lucha y la movilización de los y las estudiantes y trabajadorxs de la educación pueden lograrlo.
Pero es imprescindible que esto se lleve adelante de manera que genere amplios procesos de participación y organización de base, asamblearia, basada en la horizontalidad y la democracia directa. Donde sea la asamblea la instancia de discusión y de decisión de todos y todas las estudiantes interesadas, donde los centros de estudiantes y las comisiones de trabajo estén abiertos a la participación de cualquiera que quiera hacerlo y ejecuten las decisiones tomadas en asamblea.
Luchamos por una educación para todos y todas, gratuita, que forme personas críticas. Por una educación popular y liberadora. Donde la preparación técnica y el saber y el conocimiento que se producen estén al servicio de las necesidades de nuestro pueblo.
Luchamos por un movimiento estudiantil de base, que cuestione desde abajo el rol actual del sistema educativo, que proponga y construya alternativas, y que luche codo a codo con otros sectores por el cambio social.
Compañero Julio López, ¡presente!
¡Arriba la digna lucha de lxs estudiantes y docentes!
¡Arriba lxs que luchan!