Por Mariana Carbajal
Con la firma de legisladores de un amplio y plural arco político, del oficialismo y la oposición, se presentó ayer en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. La iniciativa consagra “el derecho de toda mujer a interrumpir voluntariamente un embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional”. Y más allá de ese plazo en casos de violación, malformaciones fetales graves y si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer (ver aparte). “Significa avanzar por el derecho a decidir, un derecho personalísimo de las mujeres”, puntualizó el socialista Miguel Barrios. “Este es un tema de absoluta necesidad y urgencia”, sostuvo Cecilia Merchán, en representación del interbloque del Proyecto Sur. “Es una asignatura pendiente que tiene la sociedad”, destacó la diputada kirchnerista Adela Segarra. Más de una veintena de diputadas y diputados de los bloques del Frente para la Victoria, la Coalición Cívica, el Partido Socialista, GEN, la UCR, el Peronismo Federal, Nuevo Encuentro Popular y Solidario, Libres del Sur, SI y Proyecto Progresista se comprometieron en una conferencia de prensa a impulsar el tratamiento en comisiones para llevar el debate del tema este año al recinto.
El verde oscuro, símbolo de la lucha en el país por la despenalización del aborto, fue el color excluyente ayer por la mañana en la sala José Luis Cabezas del Congreso, donde se anunció el reingreso del proyecto a la Cámara de Diputados. El 1º de marzo había perdido estado parlamentario. Hasta ahora nunca se discutió. Es significativo que la primera vez que llegó a la Cámara baja, en 2008, lo hizo con la adhesión de 22 diputados. Ayer temprano tenía ya 33 firmas de un espectro político diverso y durante la conferencia de prensa se sumaron dos más, las de Adriana García y Lorena Rossi, del Peronismo Federal, la fuerza que encabeza Felipe Solá, que pidieron acompañar la iniciativa. “Necesitamos el compromiso de todos los diputados para el debate”, señaló García. “Queremos poder llevar este debate al recinto porque se trata de la vida y de la salud de las mujeres”, indicó Vilma Ibarra, de NEPyS, el espacio que lideran Martín Sabbatella y Carlos Heller, que la semana pasada presentó su propio proyecto de despenalización del aborto, pero como adelantó este diario el sábado, también apoyarán el proyecto de la Campaña.
“Aspiramos a que la maternidad sea una elección y no un mandato”, destacó Martha Rosenberg, del Foro por los Derechos Reproductivos, una de las más de doscientas cincuenta organizaciones de mujeres, sociales, sindicales y de derechos humanos entre las cuales se consensuó la iniciativa. “Es un excelente proyecto. Nuestra responsabilidad es legislar para todas y todos y no para un sector, de acuerdo a nuestra conciencia”, dijo María Luisa Storani, de la UCR, cuyo Comité Nacional aprobó el 8 de marzo una agenda de género que incluye la discusión parlamentaria de la legalización del aborto.
“Este proyecto tiene que ver con los derechos humanos y con la profundización de la democracia”, apuntó Estela Díaz, de ADEM – Mujereando, otra de las organizaciones que integran la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Merchán recordó que se estima que se practican en el país alrededor de medio millón de abortos al año. “Yo en particular he atravesado estas situaciones de clandestinidad espantosas”, agregó la presidenta del bloque de Libres del Sur. Durante la presentación del proyecto, diputados y activistas recordaron que las consecuencias de los abortos inseguros, por el uso de métodos precarios y la ausencia de una atención adecuada, son la principal causa de mortalidad materna en el país. “En la Argentina mueren muchas mujeres cada año por abortos clandestinos y mueren las más pobres”, señaló Storani.
Fernanda Gil Lozano, de la CC, admitió que entre los veinte integrantes de su bloque no todos están de acuerdo con la despenalización del aborto. Pero aclaró: “Lo que si nos hemos comprometido es a bajar (a las comisiones) y a dar el debate”.
En los partidos mayoritarios las posiciones no son unánimes, como ocurre con el proyecto de legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Los apoyos para avanzar en la discusión tendrán que reunirse transversalmente.
La primera que firmó el proyecto fue la kirchnerista Juliana Di Tulio, que ayer no pudo estar por problemas de salud, según se explicó. También se excusaron por su ausencia Silvana Guidice, de la UCR, y Claudio Lozano, de Proyecto SUR. Di Tulio tiene el visto bueno del jefe del bloque, Agustín Rossi, para “militar” la iniciativa y promover su tratamiento. Será clave la posición de la mayoría de los diputados oficialistas.
Un aspecto central que definirá el futuro del proyecto será las comisiones a las que sea girado. Y la voluntad de sus titulares para incluirlo en el temario. Seguramente, deberá parar por la de Legislación Penal, que preside Juan Carlos Vega, de la C.C. Según Gil Lozano, hay un compromiso de la bancada que encabeza Elisa Carrió, para facilitar la discusión, a pesar de que es conocida la posición de Lilita contraria a la legalización del aborto, en sintonía con los sectores más conservadores de la Iglesia Católica. “La única forma de garantizar la salud de las mujeres es empezar a discutir este tema. Tenemos que exigir el debate en la comisión cabecera. Es una responsabilidad de todos, impulsarlo”, consideró Nélida Belous, del bloque unipersonal Proyecto Progresista, de Tierra del Fuego.
“Acompañamos este proyecto con profundas convicciones”, adelantó Gerardo Milman, de GEN. “No vengo del movimiento de mujeres –aclaró–. Vengo del movimiento de los que bancamos que abortaran y que bancamos que tengan este derecho”. Su compañero de bloque, Horacio Alcuaz, pidió a los diputados presentes que consigan el respaldo a la iniciativa de dos más cada uno. “Este no es un problema de bloques grandes y bloques chicos. Es un tema de sumar uno a uno hasta sumar 129 voluntades”, arguyó.
Las integrantes de la Campaña agradecieron y celebraron la ampliación del apoyo político al proyecto y del debate público y en los medios, que se consiguió en los últimos dos años. “La temática del aborto se debate en espacios públicos, en las escuelas, en la calle. Necesitamos que este debate se institucionalice en el Congreso de la Nación”, indicó Díaz, de ADEM-Mujereando. Los aplausos fueron cerrados. La reunión terminó con cánticos con la consigna de la Campaña: “Antinconceptivos para no abortar/aborto legal para no morir”. Y con otro clásico, del movimiento de mujeres: “Si el Papa fuera mujer, el aborto sería ley”. Y los pañuelos verdes revoleados por el aire.
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Enviado por Noelia Garabito – Gracias Noe!!!