Nos vieron la vulva y de inmediato nos educaron en la feminidad y se crearon expectativas sobre nosotras. Nos perforaron las orejas. Nos pusieron ropa incómoda y nos peinaron hasta doler. Nos chimaron los zapatos de la primera comunión. Ya luego, de la costumbre, nos sentimos inseguras de no saber si el pelo estaba bien, […]
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