No fue sólo la Policía de Sapag la responsable de la represión en la legislatura neuquina el miércoles 28 de Agosto. No sólo fueron los diputados y diputadas que aprobaron el pacto Crevron-YPF los que nos reprimieron. No sólo fue el Gobierno Nacional y Popular –aliado y mandamás del gobierno provincial a partir de las alianzas eleccionarias del momento- el que reprimió a hombres, mujeres, niños, estudiantes, militantes… al pueblo en pie y en lucha en la calle. No sólo fueron los medios de desinformación, que nos trataban de violentos y desestabilizadores, los que nos reprimieron. No sólo fueron los diputados y diputadas de la oposición, que sostienen esta farsa de democracia participativa en pos de su estrellato en los espacios políticos, los que nos reprimieron…
Fueron todos, porque son parte primordial de un Sistema, del sistema capitalista. Y éste los necesita a todos: gorilas y populistas, periodistas, políticos, opositores democráticos; y, por supuesto, los que siempre están listos para reprimir y matar a los que luchan, las fuerzas represivas del Estado. Todos son responsables de la represión y del nuevo saqueo del Imperialismo a la Sudamérica explotada. Hoy nos tocó a nosotros los habitantes de esta Patagonia.
Este sistema genera acciones que son garantía de perpetuidad del mismísimo sistema; ya sea por el negocio económico (nacional, provincial, internacional) o por mantener la democracia y su plantel de parásitos. El gobierno nacional y popular nos miente estatizando YPF para luego hacer grandes negocios con lo peor del empresariado norteamericano, como Chevron, responsable de la contaminación ambiental más nefasta conocida en nuestra república hermana de Ecuador, traicionando la tan vociferada –y luego vapuleada- hermandad latinoamericana. Una vez más, vemos claramente la falacia de lo nacional y popular: YPF es una SA y en vez de regular políticas claras de distribución y cuidado del medioambiente hace negocios sin importarle el riesgo social y ecológico que esto trae; además de hacerlo en condiciones irrisorias y claramente entreguistas. Por ello ordena a los gobiernos provinciales, como el neuquino, a aprobar la extracción de nuestros recursos naturales con métodos asesinos, como el fracking, a ojos cerrados sin haber podido saber fehacientemente lo que está escrito en el mismo. Y en esa cadena de entregas el gobierno provincial del MPN y sus secuaces son un eslabón fundamental regalando, no sólo los recursos de la provincia, sino también la vida de generaciones de los que habitamos y habitarán estas tierras y reprimiendo a diestra y siniestra.
El acuerdo se iba a aprobar, con decenas de heridos y si era necesario con la muerte de quienes salimos a parar esta expoliación. Porque si había que matar a alguien lo iban a hacer, como ya lo hicieron con el maestro Carlos Fuentealba, como casi lo hicieron con el compañero Rodrigo Barreiro, herido con una bala de plomo de la policía, en el pecho. Sin embargo, la lucha contra este Pacto, no era sólo este miércoles 28 en las puertas de legislatura. ¡La lucha comienza ahora!
La lucha no sólo es la que emprenden las organizaciones sociales y ambientales, sino la que llevan adelante desde siempre nuestros hermanos Mapuches. La lucha ahora no sólo es contra el capital extranjero, sino contra sus empresas y contra los acuerdos indignos que cada día propone el gobierno nacional. La lucha es ahora, como aquélla que nos enseñaron los compañeros y compañeras que echaron a varias mineras a lo largo y ancho de nuestro país. Ahora en la calle, no en las instituciones burguesas, como la Legislatura. En las rutas, en los pozos petroleros, en todos lados.
Todos juntos y en la calle, contra ESTE SISTEMA y sus títeres.