San Bernardo es un antiguo barrio obrero cercano al centro de Sevilla o uno de los arrabales históricos de la ciudad de Sevilla). Fue el último lugar en la ciudad derrotado por Quiepo de Llano en Julio 36, cuando la clase obrera de Sevilla resistió el golpe del estado, siendo aplastados. Ahora San Bernardo es un barrio gentrificado, rico, pero algunos de sus vecinos y vecinas populares originales están luchando para permanecer en su barrio, ocupando un bloque de pisos vacíos.
Sevilla es una ciudad que ha sufrido un aumento de precios en la vivienda durante los últimos años, y con esto especulación y acoso a los inquilinos. Formalmente los inquilinos en España tienen mucha mejor protección que en Inglaterra si sus contratos son de antes de 1982 (contratos de renta antigua), entonces muchas veces los propietarios usan el acoso o la violencia para echarles. Esto es lo que les ocurrió a las abuelas de San Bernardo. Sus pisos estaban en tan mala condición que vivían con andamios en la mitad del salón para apoyar el techo. Una de las vecinas, una mujer mayor, dice que a veces quería tirarse por la escalera y mucha gente comentaban que querían vivir en paz y en una casa digna los pocos años que le quedan. El dueño no les dio los recibos del alquiler o simplemente negó a coger el alquiler, esperando echar a la gente por falta de pago.
Estas son las circunstancias que llevan a la ocupación. Hace cinco años la presencia de un bloque de pisos del ayuntamiento, nuevo pero nunca usado, atrae la atención de la gente. Cuesta tiempo superar el miedo que la gente mayor sentía, pero al fin se decidieron a ocupar el sitio colectivamente y exigir realojo, arreglos y un fin del acoso. El 5 de Junio 2005 las vecinas y vecinos junto con jóvenes okupas y gente de apoyo entraron en el edificio y las diez familias empezaron a vivir dentro. Pasaron la primera noche en el patio arropados en rebecas. Al siguiente día llegó la policía. Empujaron a gente muy mayor y frágil. La calle se llenó de gente de apoyo y cámaras. La policía no dejaba que se les llevase comida o colchones, llevando a situaciones difíciles. Los ocupas se mantuvieron firmes y al final la policía se fue y las ocupas se quedaron. Comenzó una fase de negociaciones con el ayuntamiento llegando a varios acuerdos con los vecinos que luego rompieron. Las abuelas han mantenido la ocupación, desde luego, y han participado constantemente en la lucha por la vivienda en la cuidad, por ejemplo en el grupo Barrios en Lucha, y siempre se mueven para apoyar a otras personas en lucha por sus casas.
La situación actual es que cuatro familias han recibido contratos del ayuntamiento, uno esta en un proceso de negociación, uno a vuelto a su casa original que ha sido rehabilitada, dejando a cuatro familias en el limbo. El ayuntamiento ahora está poniendo en marcha un proceso judicial para desalojarlos. Las abuelas representan en Sevilla un símbolo de resistencia y a la gente le importa mucho lo que les ocurra así que va a haber mucha resistencia para evitar estos intentos de desalojo.