Recientemente, se ha abierto en el espectro político, una nueva puerta que se ha instalado en la sociedad como solución al sistema pero que no deja de ser una copia del propio sistema, y que además elimina cualquier capacidad de reacción. Tildando a distintas ideologías entre las que se encuentra el anarquismo de algo antiguo o propio de tiempos pasados, estas posturas van calando en la sociedad, incluso en los movimientos sociales, que lejos de cuestionase o valorar una posible crítica al sistema, lo que hacen es reproducirlo sin más, con una nueva lavada de cara y desvirtuar el contexto político y social. El sistema capitalista, sin embargo, no se ve injusto ni antiguo, solo se atreven a decir que es un sistema que presenta ciertos errores. Un sistema que necesita a una mayoría en condiciones precarias, para alimentar a una minoría, que busca el máximo beneficio sin cuestionase las necesidades de la sociedad, y que nos obliga a consumir y a fortalecerlo para no ser atacadxs continuamente con nuevas trabas, no tiene errores, es más, está funcionando perfectamente. Evidentemente se adapta a los cambios, pero la base es la misma, y lo que es realmente peligroso es que como vivimos dentro del sistema, nos sentimos parte también aunque nos ataque directamente, y preferimos trabajar durante todo el día por una miseria antes que estar sin trabajo. No escogemos eso, es que realmente no dejan otra opción, mientras no se cambie el sistema. Y no lo van a cambiar aquellxs que están cómodos en el, aquellxs que también se reparten el pastel, por mucho que critiquen al resto de sus mafiosos amigxs. La izquierda le dijo a nuestros abuelos y abuelas le dijeron que cambiarían el sistema y nosotrxs mismos podemos ver como lo único que ha cambiado han sido ellxs.
Estas ideas además de en movimientos sociales, han calado en una parte de la juventud, que asume estas consignas de forma superficial pero que no lleva a cabo ninguna de estas ideas. El uso de la droga entre la juventud es otra gran problemática a la que se enfrenta, la propia juventud, y los movimientos sociales. Es curioso como el Estado, ayudado de ciertos grupos en teoría politizados, ha conseguido convertir algo, que históricamente ha servido para dominar( en primer lugar la droga era utilizada por los líderes religiosos, y en las últimas décadas ha servido para destrozar la mente y el cuerpo de parte de la población..) en algo considerado como liberalizador. Además de los beneficios que conllevan a mafias, al Estado y a grandes multinacionales el consumo de todo tipo de drogas, a nivel personal no es comprensible considerar que una sustancia que te afecta a tu salud, y tu capacidad de decidir, sentir y comportarte, y que crea adicción pueda ser algo que libere personal y colectivamente. Partimos del principio anarquista de que mientras existan esclavos nadie puede ser considerado como libre, y tal y como se comporta una gran parte de la población actual que vive para trabajar y utiliza parte de su salario en consumir y consumirse a través de la droga no encuentro demasiadas diferencias con unx esclavx.
Estetizan la política con eslóganes panfletarios y desvirtúan ideologías como la anarquista, que queda representada como máximo a pintadas, alguna camiseta y festivales multitudinarios o simples botellones. Estos eventos que se llenan de jóvenes en teoría reivindicativos, son en realidad una herramienta más usada por el sistema para amontonar jóvenes con cierta predisposición a cuestionarse algo, venderles alcohol y abastecerles de droga o lo que es peor, crean la sensación de que es algo reivindicativo. Esto ya lo saben las grandes empresas del estado y aprovechan estos eventos, para traer grupos politizados e inflar sus bolsillos cada año.
Es normal que la juventud busque evadirse, ya que la rutina nos destroza mentalmente, y es necesario escapar de ella pero sería importante construir proyectos en los que el ocio no pase por consumir droga, gastar dinero o actividades individualistas.
Evidentemente existe la posibilidad de tomar drogas o no hacerlo, de forma muy superficial es cierto que existe, pero socialmente el consumo de drogas está claramente condicionado con aspectos sociales de género, morales y sobre todo estamos invadidos por una enorme publicidad comercial.
Para colmo, un gran número de grupos musicales que se codean con los buenos empresarios de discográficas, festivales etc. son los principales promotores de esta estetización de las ideas. Asumen principios del movimiento obrero y de distintas ideologías, las escupen coreándola en sus canciones y de esta forma perpetuán la desmovilización de la juventud. Deberían utilizar sus canciones, ya que han decidido politizarlas, para actuar según dicen y apoyar proyectos alternativos y que verdaderamente nos libere del sistema. Mientras no exista una contracorriente ante esta situación actual de la juventud, seguiremos siendo el burro que persigue la zanahoria atada a un palo. Haciendo referencia al título del artículo, es triste observar como las luchas que tanto costaron conseguir a nuestros compañerxs en épocas pasadas, ahora solo sean frases para camisetas. La supuesta juventud crítica y rebelde ha asumido el sistema por completo y no está interesada en apoyar ningún tipo de lucha, es más critican cualquier movimiento que se rebele ante lo que está pasando. Critican cualquier muestra diminuta de violencia en la calle mientras se callan ante lo que pasa diariamente. Olvidan lo que dicen sus canciones, en las que se habla de manifestaciones, de presxs luchando en las cárceles, de organizarse y de la represión del Estado. Parecen carteles propagandísticos del PC o del movimiento anarquista o abertzale (o un conjunto de todo a la vez) y sin embargo no se cuestionan que la izquierda protege y perpetua el poder. . El sistema ni se han inmutado…, es más… se ha fortalecido.
Por la anarquía compañerxs!)