*“¿Olvidar que? ¿Las vejaciones, los abusos, aquellos constantes cacheos tan denigrantes, las palizas o engrilletamientos o traslados dentro de las jaulas? ¿O el abandono médico a miles de enfermos terminales y que a estos se les dejaba morir dentro de frias celdas agonizando durante años o en las de hospitales penitenciarios, esposados a la cama? ¿Olvidar el trato que se les daba a estos emfermos,en su mayoría jóvenes drogadictos, avenidos al mundo del delito por la trampa de las drogas? ¿Olvidar que? ¿Que era uno de esos seres despreciables que tan amenudo se dejaban morir en prisión, en nombre de una venganza oscura que clamaba en el corazón de los ciudadanos? ¿O es mejor decir verdugos? Jamas habia ocultado mi repulsa por el sistema, especialmente por el penitenciario. Tampoco lo harìa ahora. Estaba plenamente convencido de que había, pese a sus muchos defectos, mas grandeza y amor en su alma de bandido, la cual todos señalaban con sus dedos acusadores, que en la conjunción plena de todos los hombres que habían colaborado, elaborado y determinado mi encierro. No participaría en la aprobación de aquel sistema a cambio de promesas relativas,aunque ello me supusiese el aislamiento de por vida.” *