Por: Amelia Tiganus.
p. Mujer, sigue hablando de “trabajo sexual” que mañana te quedarás sin trabajo (porque el trabajo se acaba) y los empresarios (si es trabajo no hay proxeneta ni tampoco explotación sexual, “solo” laboral) estarán encantados de recibirte y darte una gran oportunidad. Y tu cuerpo dejará de ser tuyo y se convertirá en un cuerpo público. Dejará de ser tu cuerpo en el mismo instante en el que la disociación entra en escena para que puedas sobrevivir a las penetraciones bucales, vaginales y anales que nuestros supuestos iguales ante la ley van a elegir hacer libremente porque hacerlo es divertirse. Divertirse y olvidar que ellos también son esclavos del sistema. No se levantarán contra el opresor porque el opresor le permite oprimir a otras y así tener la convicción de que todo va bien, que podría ser peor.
Y será tarde para que pidas derechos porque ya tienes el derecho a ser puta y debes honrarlo. El mismo lobby proxeneta ha luchado con uñas y dientes para que lo tengas. Y no podrás quejarte. Las putas no se quejan. Las putas sonríen y asienten. Para eso se las paga. Silencio y soledad.