Carta Abierta al Tribunal Oral Federal de Neuquén
“NO MATEN A LOS DESAPARECIDOS…”
Sres. Jueces:
La barbarie desatada el 24 de marzo de 1976, con el anticipo del accionar la Triple A, (de lo que no se quiere hablar…) dejó el saldo por todos conocido de persecución, secuestros, tortura, desaparición, muerte, desolación, angustias y heridas tremendas en la sociedad Argentina, aún sin cerrar.-
La firme decisión de los que quedamos esperando el regreso de nuestros familiares, amigos y compañeros desaparecidos, y posteriormente el retorno de quienes lograron volver de ese infierno, se sobrepuso a esos traumas y aún con todos los contratiempos conocidos que intentaron poner en la oscuridad del olvido esa parte de nuestra historia, nos fortalecimos en la lucha, y fuimos abriendo caminos que nos condujeran a la respuesta tan reclamada y esperada: la verdad y la justicia.-
Una de las metodologías que ellos utilizaron fue la desaparición forzada de personas. Durante más de 30 años, con sus trágicos paréntesis de leyes que favorecieron a los autores intelectuales y a los ejecutores del terrorismo de estado en Argentina, se fortaleció inequívocamente y se transformó en una realidad indiscutible esa macabra forma de quitar del camino de horror emprendido por la dictadura de esos tiempos, a quienes legítimamente se oponían a su proyecto de aniquilamiento de quienes pensaban distinto.-
La fé y la perseverancia de quienes no nos resignamos a todo tipo de respuesta conciliatoria con la que se intentó toda de forma de olvido, acompañados por los organismos de DDHH y la inmensa mayoría del pueblo argentino, nos permitió resistir esas embestidas en la continuidad de nuestra lucha y, aún con inmensas dificultades, y sólo como producto de la lucha, se llegó a una etapa alentadora que arrimó esperanzas a través de la realización de los juicios que se están llevando a cabo por las distintas causas.-
Pero aparece en este momento, una nueva embestida “de intento de olvido o punto final”, con la no tan vedada intención de dar por terminada toda acción que dé continuidad al accionar de los que luchamos hace 36 años bajo la consigna movilizadora de “Aparición con vida”. Por ello nos negamos a que se pretenda “aniquilar” a todos los desaparecidos, convirtiendo en “homicidio” la desaparición forzada de personas.-
Se advierte inequívocamente una intencionalidad- que nada tiene que ver con lo jurídico, y menos con la obtención de la verdad- que encierra en su contenido únicamente intereses políticos, ajenos por cierto a lo que desde esos sectores se pregona constantemente y tendientes a silenciar definitivamente los legítimos reclamos de quienes aún seguimos sin obtener una justa respuesta, basada en la verdad.-
Oscar Alfredo Ragni fue secuestrado y desaparecido el 23 de diciembre de 1976, en las puertas de su casa, nuestra casa. Los responsables de este hecho fueron enjuiciados y condenados en la primera parte de este juicio, pero la condición de desaparecido de Oscar Alfredo no ha tenido variantes por esas condenas, como sucede con el resto de compañeros/as desaparecidos. Y no habrá cambios que respondan a la verdad con la declaración de homicidio en la persona de cada uno de ellos/as porque su muerte declarada por decreto o por sentencia judicial, no traerá luz sobre las sombras de tan macabra decisión.-
No reclamamos cadáveres.-
Exigimos por todos/as aparición con vida porque así fueron llevados desde su domicilio, su lugar de trabajo, de la calle o de donde fuere que se encontraban.- Con vida se los llevaron, con vida los queremos de vuelta.
Afirmar que calificando la desaparición como homicidio se agilizan los juicios o se obtiene mayor condena, resulta reducir la búsqueda de la verdad de lo que hicieron con los 30 mil desaparecidos, a un problema de mayor pena, y lo que es aún más grave, será un acto de complicidad con quienes intentan poner fin a una lucha inclaudicable en busca de la verdad total y absoluta de un capítulo de la historia argentina, sostenida contra toda adversidad, por familiares y víctimas del terrorismo de estado, acompañados por un país entero durante 36 años.-
Quienes por consentimiento u obsecuencia se identifiquen con esta postura, habrán dado una señal por la que eternamente les estará reclamando su conciencia.-
Exigimos que sea mantenida la condición de “desparecido” para todas las víctimas del terrorismo de estado cuya situación aún no ha sido debidamente aclarada. Exigimos también saber que hicieron con ellos y ellas. La única solución es la continuidad de la lucha hasta lograr saber definitivamente- y con pruebas irrefutables- cual fue el itinerario, y quién lo determinó en cada paso, de todos los compañeros/as, por los que aún no hay respuesta.- Son las respuestas que todavía esperamos.
Neuquén, 13 de junio de 2012.-
Inés Rigo de Ragni Antonio Oscar Ragni
DNI 0.137.470 LE 7.385.689