MUJERES-PAKISTÁN: Proyecto contra acoso sexual crispa los nervios

Por Zofeen Ebrahim

KARACHI, Pakistán, feb (IPS) – Un proyecto de ley contra el acoso sexual que padecen las pakistaníes, con posibilidades de ser aprobado, genera malestar en sectores conservadores que lo consideran contrario al Islam y una perdición para las mujeres.

Algunas sectores se están poniendo nerviosos porque la primera parte de un proyecto general sobre acoso sexual, la Ley de Enmienda al Código Penal 2010, fue promulgada por el presidente Asif Ali Zardari el 29 de enero.

La reforma se propone proteger a mujeres y hombres del acoso en el ámbito laboral. El proyecto es el resultado de una dura lucha de dos años de la sociedad civil, en especial de activistas femeninas.

La dura reacción de sus detractores obedece a que la segunda parte de la enmienda fue aprobada por la Asamblea Nacional, cámara baja del Parlamento, en noviembre y se espera que corra la misma suerte en el Senado.

Se trata de una ley específica para proteger a las mujeres del acoso que padecen en sus trabajos.

“Es contraria a la shariá” (ley islámica) según el senador Gul Naseeb Jan, del Jamiat Ulema-e-Islam (grupo de Fazlur Rehman). También fue el único legislador que se opuso a la primera parte del proyecto.

El segundo documento que protege a las mujeres del acoso sexual sólo servirá para propagar la vulgaridad, declaró en un programa televisado de entrevistas. “Ellas no necesitan trabajar porque es responsabilidad de los hombres mantenerlas”, añadió.

Las mujeres sólo pueden ser maestras y profesoras y algunas profesiones médicas, arguyó, y eso sólo en casos en que sea absolutamente necesario.

El legislador del gobernante Partido Popular de Pakistán Jamshed Dasti también se opuso a la reforma y se comprometió a redactar un nuevo documento que contemple los derechos masculinos, pese a que el proyecto general de ley fue presentado por el PPP.

También consideró que los proyectos de acoso sexual insultaban a la sociedad islámica.

“Actúa como un estúpido”, espetó la senadora Nilofar Bakhtiar, de la Liga Musulmana de Pakistán, vinculada al grupo de Quaide-e-Azam. “No necesitamos ese tipo de normas en una sociedad como la nuestra, dominada por hombres. Las leyes no se hacen para contemplar las excepciones”, dijo a IPS.

“Es ridículo lo que dice”, coincidió exultante Fouzia Saeed, activista de derechos humanos, quien calificó de “históricas” las medidas tomadas por el actual gobierno.

“Ya se dio el primer paso”, señaló Saeed, directora de la organización Mehergarh, verdadera impulsora de los proyectos de ley sobre acoso sexual.

Si el Parlamento aprueba la segunda parte del proyecto significará una gran victoria para las trabajadoras que sufren acosos cotidianos y lo toleran en silencio.

El destrato suele comenzar en el hogar, donde las desprecian y a menudo las denigran y le restan importancia a su trabajo. Algunas mujeres sufren violencia doméstica de forma cotidiana.

Además les silban, las manosean y padecen distintos tipos de intimidación en la calle o en los medios de transporte público. En el trabajo es común que reciban miradas lascivas e insinuaciones sexuales, suelen ser comentarios personales sobre su vestimenta o su apariencia física.

Son pocos los casos de abuso de autoridad a cambio de favores sexuales.

La primera parte del proyecto fue promulgada en enero en reemplazo del texto del artículo 509 del Código Penal de Pakistán, que incluye una definición más completa de acoso sexual y prevé penas de prisión de más de tres años y multas de más de 500.000 rupias (unos 5.890 dólares) o ambos.

La norma anterior sólo preveía un año de cárcel o una multa o ambas, una pena muy blanda según activistas de derechos humanos.

Es alentador que se haya aprobado la primera parte del proyecto el mes pasado, según Ali Dayan Hasan, investigador para Asia meridional de la organización humanitaria Human Rights Watch, con sede en Nueva York.

La segunda parte “está a mitad de camino de convertirse en ley y demuestra que el gobierno se toma el asunto en serio”, dijo a IPS.

Pero Saeed desconfía. “No queremos que corra la misma suerte que el de violencia doméstica”, que fue aprobado por unanimidad en la Asamblea Nacional el 4 de agosto de 2009, pero fracasó en el Senado porque éste no se expidió dentro del plazo previsto de 90 días.

Para que el proyecto se convierta en ley, deberá ser aprobado por ambas cámaras del parlamento, otra vez.

El proyecto de ley sobre acoso sexual necesita una parte específica sobre la mujer porque, según explicó Saeed, “el primero es más general y amplio, define el delito y apunta más a la protección laboral en la agricultura, la industria y el comercio”.

En cambio, “la segunda parte es una reforma que permite que los agravios sufridos por una mujer puedan atenderse fuera de tribunales y de forma rápida”, añadió.

También permite que las empresas adopten un código de ética para su funcionamiento.

A partir de octubre de 2009, la Alianza contra el Acoso Sexual, de la que Saeed es miembro fundadora, se aseguró de que hubiera una campaña permanente en todos los canales de televisión sobre el problema específico en el ámbito laboral.

Cuando se discutió la primera parte, los principales partidos políticos rechazaron la propuesta de agrupaciones religiosas de que las mujeres observaran un “código de vestimenta islámico” en el trabajo para poder reclamar ofensa al pudor.

Pero lograr que el parlamento apruebe una ley que proteja los derechos femeninos no es nada fácil en Pakistán.

Los propios legisladores se han mostrado bastante insensibles al asunto y hacen comentarios desagradables sobre las mujeres, señaló la legisladora Bakhtiar, quien fuera ministra a cargo de Desarrollo de la Mujer, Bienestar Social y Educación Especial, de 2002 a 2006.

Bakhtiar también participó en campañas a favor de proyectos de ley contra los asesinatos por honor, una reforma a la ley de blasfemia y los derechos de herencia, que discriminan a la mujer.

La legisladora recordó cómo sus compañeros se burlaron de ella cuando hace tres años la prensa divulgó una fotografía suya en la que aparecía abrazada a su instructor de paracaidismo en Francia, en el marco de una campaña para recolectar fondos para las víctimas del terremoto.

En 2007 debió renunciar como ministra federal de Turismo tras un despiadado ataque de grupos de presión religiosos que dictaron una fatwa (edicto religioso) en su contra.

Tras varios años como legisladora, Bakhtiar comentó que trabajar allí “es tan malo como ser enfermera”, en alusión a que son acosadas por sus propios compañeros, sus superiores y hasta por los pacientes. “Debería de existir un código ético para el Parlamento”, remarcó.

“El clima que prevalece dentro de la Asamblea Nacional es el mismo que hay afuera”, remarcó la legisladora Bushra Gohar. “Es el reflejo de la forma de pensar de los pakistaníes”, añadió.

Todos los proyectos de ley que apuntan a dar más poder de decisión a las mujeres generan oposición, señaló Gohar. Hay muchos legisladores como Dasti. “Tienen miedo de que les invadamos su espacio. Yo les digo que estamos creando el nuestro”, añadió.

“El temor puede deberse al hecho de que la mentalidad de los hombres de la Asamblea Nacional sea la misma que la de los extremistas”, sostuvo Anis Haroon, presidenta de la independiente Comisión Nacional para el Estatus de la Mujer.

(FIN/2010)

Fuente: Red No a la trata: rednoalatrata@gruposyahoo.com.ar

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