Coincido con el texto y añado que para mí es un orgullo compartirme con la mayoría de mis ex y saber aún por qué en un momento determinado los amé.
Con otros el orgullo es haber decidido no formar parte de sus vidas y el aprendizaje está en eso precisamente, en alejarte de quien no te hace bien y no inventarte al otro.
Las mujeres somos, en muchas ocasiones, adictas a los happy ends y tememos enfrentarnos a la distancia entre lo que creíamos que sería y lo que es. Tocar realidad es lo más medicinal del mundo.
Tautología del día:
Quien es como es, es como es.
Trabajar con el desamor, el duelo y las relaciones amorosas es, para mí, un aprendizaje impagable.