Días atrás se desclasificaron los archivos del Batallón 601, lo que permitió conocer la participación de algunos civiles. Entre ellos sorprendió la inclusión y se hizo pública la actuación como colaboracionista de un profesional del Hospital de Neuquén.
Alicia, después de 1983 pudo recuperar su profesión e incorporarse al Hospital de Neuquén en donde desarrolló su carrera hasta jubilarse. Compartimos amistad y militancia en Derechos Humanos y ahora un nuevo dolor.
Comparto con ustedes el mail que envió.
Desde que supe que Ricardo Grisotto trabajó y se jubiló trabajando para la sangrienta dictadura, mi cabeza no para. Y claro, como va a parar si comía de mis pancitos caseros que llevaba al Servicio Social para compartir, mis dulces caseros, tomamos café de la misma taza, porque a veces se nos acababan las limpias y cuando nos sentábamos no teníamos ganas de lavarlas, preferíamos comentar la tarea, hacer un chiste, contar un cuento, porque él sabía muchos y los contaba gracioso.
Ocupábamos el mismo escritorio, porque teníamos pocos muebles y guardábamos nuestras cosas. Papeles, revistas, diarios, libros. Los diarios de las madres que Lolin (*) me acercaba para distribuir a los compañeros en los mismos cajones.
Pasar tantas horas contándonos si estábamos alegres, tristes, hablar de nuestros proyectos, de nuestros viajes.
Le lloré cuando se murió mi papá, mi mamá, cuando mis hijos se fueron a estudiar. Y también le lloré de emoción cuando nacieron mis nietas, él me hizo un afiche con fotos de abuelas fashion como si él compartiera mis sentimientos. ¡Que bárbaro!, pero… si no se los cuento a ustedes que me acompañan desde hace tanto tiempo, ¿a quién se lo cuento?
GRACIAS POR ESTAR, LES DIGO, CON TODO MI CORAZÓN.
(*) Madre de Plaza de Mayo
Contacto: aliciapizarro@hotmail.com
Gracias a vos compañera por socializar tu dolor!!!
kasandrxs.