“Me interesé por las vanguardias artísticas, culturales, estéticas, y también, claro, por las ideológicas y políticas. Me hundí en los ismos, he de admitirlo. Empecé a dedicarme al diseño gráfico, al tiempo que hacía fotografía, componía música y escribía pésimos poemas ‘abstractos’. Me hice buen lector y poco a poco, editor”, escribió sobre sí mismo en un blog en el que participaban varios autores cubanos.
En 1996 dejó Cuba para regresar a México y radicar en la ciudad de Oaxaca. Fue crítico de la revolución cubana de la que decía “no fue democrática y tampoco es comunista ahora, sino un vulgar capitalismo de Estado llamado también ‘fidelismo’”,
¡Que la tierra te sea leve compañero!