Miguel Francisco Montes Neiro, de 61 años, el preso común más antiguo de España, inició el 25 de abril de 2011 una huelga de hambre en la cárcel de Huelva, donde está internado, como medida de protesta por no habérsele concedido aún la libertad.
El recluso no saldrá de la prisión hasta el 2021, fecha en que expira el cumplimiento de las condenas por cometer 24 delitos menores y cinco fugas. Montes Neiro ingresó en prisión el 7 de octubre de 1976 por desertar del Ejército y la pena más elevada que pesa sobre él es una condena de seis años por un delito contra la salud pública, pero no tiene delitos de sangre.
No es la primera vez que Montes acomete una medida de presión como ésta. Ya en 2009 mantuvo la misma protesta durante 80 días. El preso no entiende que “después de tantos años de pena cumplidos no lo dejen en libertad”, según comentó ayer su abogado, Félix Ángel Martín, quien avanzó que ha tramitado ya el indulto ante el Ministerio de Justicia. El letrado aseguró que su cliente le ha transmitido que “o consigue su puesta en libertad o lo sacan muerto de la cárcel”. El letrado recordó que el preso “no se encuentra bien de salud”, padece hepatitis C y tuberculosis.
El 12 de abril, coincidiendo con la petición de indulto, el Tribunal Supremo ordenó dictar un auto más claro y así poder decidir sobre su excarcelación. Martín ha vuelto a registrar el recurso de casación ante el Supremo.
Esta carta la escribió Miguel Francisco Montes Neiro, la escribió el día 18 de noviembre y el 19 de 2009, durante su último periodo evadido de prisión.
Miguel Francisco Montes Neiro.
Nací en el año 50, en el 66 entre preso, y a partir de entonces se acabó la libertad para mi.
En la mili se pierde un subfusil, y a mi me condenan a golpes y ofensas durante 5 días, hasta que vienen y me piden perdón, y me dicen que a aparecido el subfusil; pero desde ese día ingreso en prisión, por deserción.
Eso ocurrió en 1976, y hasta la fecha en prisión, o bajo el control penitenciario, o fugado; y yo más que fugado estoy cansado de soportar tanta injusticia, tanta sin razón, tanta trampa.
Que cometí delitos, es cierto. Pero estoy convencido de haberlos pagado.
No es agradable vivir una vida al margen de mis seres queridos, de mis hijas. Por ello solo pido un S.O.S.
Yo no quiero delinquir, ni robar, ni traficar ni hacer daño alguno, pero he de vivir, he de ver a mis seres queridos junto a mi.
Soy ceramista artístico y con mi trabajo sé que puedo darles lo que precisan, pero para poder trabajar he de estar libre, la “ley” debe dejarme clara las condenas que me fueron impuestas, pues no tolero que me juzguen a su antojo, ni cuando y como quieran. Entiéndanlo, no es amenazar ni coaccionar a nadie, pero si no soy un hombre libre ahora que tengo 60 años, no lo seré jamás.
Y así no hay quién viva, o quiera vivir.
No deseo ser una persona en la que se limpien las maldades, ni aguantar a tanta persona indeseable. Una día más, solo protege la ley a los violadores, a los pudientes, a los seres destructivos, todos gozan de una calidad superior y mejor trato que cualquier preso.
Yo no los deseo juzgar ni debo. Pero es humillante esta ley que a los asesinos de niños los abraza y protege, y a los que queremos a nuestros hijos nos tira y destruye.
No crean que por ser jueces deben de manipular mi vida a sus antojos. Yo soy quien ustedes “crearon“… De qué se lamentan ahora, métanse 30 años con locos y menos locos en una prisión, y después díganme si cualquier cosa que hagan la consideran un delito, o pecado.
Por ello y de una vez por todas, les pido un S.O.S para poder vivir libre el tiempo que me quede de vida, ya me destruyó el sistema bastante, no insistan en hacerme daño, no sean tan crueles. Que no soy quien ustedes crearon, tengo mi “yo” personal, mi deseo de mostrarle mi luz a los que quiero, y darles mi presencia, no deseo hacer ningún mal.
Yo entendería que me hiciese daño, a quien yo dañé, en cualquiera de las formas. Pero recibir un castigo gratuito, con el daño que me causa, de manos del que no dañé, es de locura…
Ahora voy a ir subsistiendo como mejor pueda, y aunque no confío en que la ley lo entienda, lo voy a esperar, con la poca fe que me sé. Pero de verdad que no deseo, ni debo, seguir tolerando tanta injusticia.
Cómo vivir libre sin papeles, sin casa, sin dinero, sin poder trabajar, en lo que debo trabajar, y para os que debo trabajar, cómo estar sin los seres que amo tanto, que soporte a todos por ellos. ¿Cómo? Digan cómo… Los “justos”, los maestros en este arte que llaman VIVIR libre.
Entiendo que sé vivir, si no tengo la cruz que llevo, desde SIEMPRE. Si he de seguir así mucho más, no se por qué camino arrastrar la cruz. Ni si me doblegará, pero, no es lo que quiero ni merezco.
Por ello, les pido un S.O.S, por agotarse el tiempo de mi vida, y aun no poder haber empezado a vivírla. Eso sí que es un castigo ejemplar e inmerecido, quién mejor que yo para saberlo.
La sociedad me ve como me describen los que dicen representar la ley, pero yo no soy así, ni parecido, ni siquiera ellos dominan mi corazón, o mi mente.
Dónde están esos psicólogos, venir a hacerme psicoanálisis, y criminólogos, a ver si soy un criminal, pero no más cárcel gratuita, ya esta todo saldado por mi parte, la deuda que sé pueda tener, esta saldada. Allí me quisisteis tener hasta mi fin, yo no lo acepto, y daré pruebas a la sociedad de que es verdad cuanto digo, si me dan tiempo, y no me cogen antes, pero son tantos los que pueden cogerme, que no se si lo llegaré a lograr. Es cruel, muy cruel, el CASTIGO RECIBIDO, AHORA DEJARME EN PAZ DE UNA VEZ, DEJARME HACER COSAS BONITAS, QUE CREE PARA LOS MIOS UN MUNDO MENOS MALO, pero con algún color, no solo la oscuridad y la locura, dejen al menos que se lo de a mis hijas, ellas no son culpables de mis actos, ellas son algo demencial para mi, son mi dios, todo cuanto deseo tener cerca de mi, eso es lo que me lanza con todo mi yo hacia ustedes, para que a través de la sociedad, y ante toda ella, comprometerme ser por siempre un hombre ÚTIL, GENTIL, AMABLE, Y AMANTE DE LOS MIOS, LUCHADOR, Y CREADOR DE COSAS BELLAS, ¿qué pierden por intentarlo? Nada, no pierde nadie, ¿qué les pasaría? nada, entonces… ¿qué pasa? Quién es el malo de la película que es mi vida, que papel me obligais a hacer, ¡¡¡Y es en mi vida!!!.
Tengan en cuenta esto, no es ficción, es REAL, ES MI VIDA LA QUE SE AGOTA, SIN HABERLA VIVIDO, HÁGANME, LA CUENTA BIEN EN MI CONDENA, con sólo eso seré libre, lo que me sobre no lo usaré jamás.
Tengan eso claro, no pido ayuda para no respetarla, tengo honor, pero poca fuerza, para mostrarlo en la situación mía, y por ello estoy dispuesto, a hacer cuantas entrevistas crean necesarias, en la prensa, o donde sea, para lograrme oír, y que se haga la ley como esta escrita, tal como es, no como quiera un “funcionario” que no funciona nunca.
Después de hacer las cuentas bien lo pago lo prometo, me presento a pagar el resto, pero hagan las cuentas, cuanto y que llevo, y díganme el resultado.
Miguel Francisco Montes Neiro