Los temas que se abordaban era con frecuencia controvertidos para intentar activar al público y conseguir su integración en el espectáculo; así, un cierto espacio era reservado para la improvisación. Puede decirse que las raíces de estas representaciones están en el teatro de la crueldad, de Antonin Artaud, ya que se llevaban a cabo en plena calle o en naves industriales; Artaud expuso sus ideas en la obra de 1938 El teatro y su doble; la intención era dejar una impronta en el espectador que le perdurase, sorprenderle con situaciones impactantes e inesperadas.
Julian Beck y Judith Malina, también compañeros sentimentales, fueron los fundadores y los principales impulsores del Living Theatre; la creación de esta compañía se produjo en un contexto en el que se cuestionaban todas las convenciones teatrales, como el lugar del actor en el teatro, la función del público o la utilidad de la obra escrita. Este teatro, que podemos llamar de creación colectiva, nace como parte del deseo radical de muchos grupos de luchar contra el sistema autoritario; puede considerarse al Living Theater la compañía paradigmática de creación colectiva en las décadas de los sesenta y los setenta. El acto inaugural del grupo teatral fue en el propio domicilio de sus creadores, con el espectáculo Ladies Voices, actos únicos de Paul Goodman, Gertrude Stein, Bertolt Brecht y García Lorca. El primer gran éxito del Living Theatre será The Connection, en 1959, un drama sobre la adicción a las drogas escrito por Jack Gelber; la obra utilizaba a verdaderos drogadictos como actores, convocados por un productor para rodar un documental, algunos de los cuales realizan improvisaciones auténticas mientras que las de otros son falsas.
Notable éxito tuvo también la obra The Brig, en 1963, de Kenneth Brown, en la que se describe la cruel cotidianeidad de una prisión militar. En su intento de rechazar cualquier ficción, la compañía reproduce el manual de los marines norteamericanos con la idea de crear las mismas situaciones aberrantes producidas en la realidad entre guardias y prisioneros; tanto en ensayos, como en las representaciones, se dejó un margen para la improvisación de víctimas y verdugos. Puede afirmarse que con este espectáculo, el Living se consolidó como la vanguardia artística en Norteamérica y como el paradigma teatral de la lucha política en los años 60. El sistema no tardará en advertir el peligro y ese mismo año 63 los agentes fiscales cierran el teatro con la excusa de una deuda con el Estado; los agentes ocupan el inmueble, pero los actores también se encierran en el escenario, situación que dura varios días. La gente apoya a la compañía y le proporciona recursos para resistir creando una línea con la calle de protesta libertaria; se programa una nueva representación, que la policía no puede impedir, pero cuando finaliza se realizan 25 arrestos y Judith y Julian son procesados. Se suceden las denuncias, los intentos de resistencia y algunas semanas de prisión.
En 1964, después de aquellos conflictos, comienza una mítica gira de la compañía por Europa durante cuatro años; en ella realizarán sus representaciones más importantes. Como ya hemos dicho, no hablamos solo de un grupo experimental de vanguardia artística, también se trata de una comunidad que convive según las ideas anarquistas y que tratan de extender al conjunto de la sociedad. Así, los principios libertarios hacían que no existiese distinción entre director y actores, se pretendía un trabajo verdaderamente colectivo; su peregrinaje por Europa no hará más que fortalecer su condición de comunidad. Sus ideas pueden resumirse en dos principios: el teatro de creación, según el cual se considera cada proceso de construcción escénica un acontecimiento único y singular, sin modelo previo, permanentemente cambiante y con una dramaturgia no esclavizada por la obra literaria (desde este punto de vista, el escritor acaba convirtiéndose en otro miembro del grupo); el otro principio fundamental es el de teatro colectivo, ya que la creación escénica surge del grupo y no del individuo al considerarse que éste se desarrolla y crece a nivel colectivo a partir de debates en los que todos participan. Este modelo colectivo insiste en la responsabilidad compartida y en la idea de que todo el mundo debe tener la posibilidad de expresarse.
La primera representación europea del Living, como creación colectiva y con la participación activa del público, es Mysteries and Smaller Pieces (1964); se trataba de una mezcla de escenas preparadas en poco tiempo con elementos de meditación, improvisaciones y ejercicios interpretativos, que comenzaba con una representación de un mundo dominado por la ambición de poder y dinero. Será un gran éxito que tendrá hasta tres versiones diferentes; en esta obra, puede apreciarse la influencia de Artaud, tanto en propuestas escénicas como en los deseos de convertirse en una comunidad artística. La compañía se reafirma en un compromiso que no se limita a nuevas formas teatrales de representación de la ficción, sino en el deseo de provocar la revolución. Después de otras notables representaciones en los años siguientes, en mayo del 68 coinciden en Francia con las jornadas de insurrección impregnándose del espíritu del momento y llevando a cabo ensayos al aire libre rodeados por cientos de personas.
Llegarán de nuevo la persecución por parte de las autoridades y, de regreso a Estados Unidos y a pesar de la buena acogida del público, la prensa les atacará de manera despiadada. Los enfrentamientos con las instituciones, la crítica y parte del mundo intelectual les empujará a fragmentar la compañía en cuatro células independientes con el permanente objetivo de continuar la lucha revolucionaria. La célula de Julian y Judith viaja en julio de 1970 a Sâo Paulo, sufriendo Brasil una dictadura terrible y los trabajadores unas condiciones infrahumanas; las propuestas de los artistas no son comprendidas por el gran público y de nuevo sufren persecución estatal y encarcelamiento, situación de la que se liberan dos meses después gracias a una amplia campaña internacional. De nuevo en su país en 1972, llevan a cabo la representación de Siete Meditaciones sobre el sadomasoquismo político, basada en textos de Leopold von Sacher-Masoch; los temas serán la esclavitud, la represión sexual, el trabajo, el dinero, el Estado, la guerra y la muerte, que tendrán continuidad en los años siguientes en otras obras del mismo ciclo.
En 1984, Julian y Judith impartirán clases en la Universidad de Nueva York, el mismo año en que se estrena su película autobiográfica realizada por Sheldon Rochlin y Maxime Harris. El siguiente año fallecerá Julian Beck debido a un cáncer de pulmón y en 1986 Judith Malina dirigirá un espectáculo retrospectivo de la compañía con la participación de miembros de los diferentes periodos de su larga vida. Tal y como escribió Julian Beck: “La creación colectiva. Concepción de una compañía teatral, un grupo de trabajo, como una comuna anarquista. Teatro libre. Y con él, improvisación: creación sobre la marcha. Compañía teatral itinerante como unidad programante, un modo de vivir al margen, fuera del cerrado centro. Teatro antiviolento. Teatro como portavoz de la anarquía, de la revolución no violenta, de la revolución”.