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Aunque la lista de personal civil e informantes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército publicada por la revista Veintitrés se refiere al período comprendido entre 1976 y 1983, Raúl Alejandro Tarifeño, que figura como Agente de Reunión (Recolector de Datos) del Destacamento de Inteligencia 182 que operaba en Neuquén, no cesó en sus funciones no obstante el retorno de la democracia.
Para simular su presunta identificación con la militancia de izquierda durante la recuperación de las libertades constitucionales, Tarifeño ingresó al PC neuquino en Cutral Có del brazo de un viejo afiliado del mismo, Antonio Ortega, quien le brindó su amistad y la de su familia seducido –según un antiguo amigo y camarada de Ortega- por los modos campechanos y el prospecto de activista que aparentaba ser. Otro viejo afiliado del PC , Antonio Alonso, admite hoy que Tarifeño “tenía una predisposición que no dejaba de resultar llamativa” y confiesa también que por entonces comenzó a preocuparle lo rápidamente que caían presos de la policía jóvenes activistas del PC que eran detenidos en el transcurso de alguna pintada.
Aunque luego eran liberados, la situación obraba a manera de desaliento a su interés en el activismo. Para Alonso, eso sería una muestra de que Tarifeño habría tenido también vinculaciones con la policía provincial, además –dice- de la vivienda institucional que ocupó en el Barrio Gral. San Martín. Su pareja de entonces, sin embargo, sostiene que su actividad era la de informante del Ejército exclusivamente. Precisamente la ruptura de ese vínculo llevó a la denuncia pública que se hizo a través de la televisión local contra Tarifeño. Abandonada por éste, la mujer puso a disposición de militantes del PI copias al carbónico de los informes que había descubierto él confeccionaba y que estaban firmados con un seudónimo: “Terán” o “Teherán”.
La respuesta del informante no se hizo esperar y durante una inopinada visita le propinó una brutal paliza.
Después de aquellos episodios y de sufrir la expulsión del PC al conocerse su supuesta verdadera actividad, Tarifeño se fue de Cutral Có y acabó radicándose en Plottier, donde hoy residiría. No abandonó, sin embargo, su postura de aparente alineación con el izquierdismo y fue dable verlo integrando las filas del MAS, primero, y luego del MST (*) en manifestaciones sociales de diversa índole pero siempre vinculadas a las reivindicaciones populares, un campo fértil en el cual poder seguir desarrollando su verdadera profesión, aún en plena democracia.(**) Inclusive fue actor de un efímero intento de lograr una módica capitalización de la disconformidad popular que hubo en la comarca durante los sucesos en que se produjo la muerte de Teresa Rodríguez pero, rápidamente reconocido por algunos de los concurrentes, prácticamente fue corrido a insultos de una concentración de las tantas que tuvieron lugar frente a la torre.
Cabe preguntarse hoy si Tarifeño, al igual que otros que han revistado en su misma situación, por caso otros ‘recolectores de datos’ (o ‘radioescucha’, como algún radioaficionado de la lista), deberían brindar ante la justicia explicaciones de en qué consistía su actividad de entonces. Un afiliado comunista –que se lamenta de que el partido en Neuquén fue prácticamente desarticulado por las infiltraciones que sufrió- recuerda que los jóvenes del PRT y ERP que fueron a morir en Monte Chingolo estaban advertidos por la conducción del PC de que serían llevados a una celada. Y no cabe duda que los jóvenes del PRT que fueron secuestrados durante el Operativo Cutral Có, en 1977, cuatro de los cuales nunca más aparecieron, también fueron víctimas de la entrega y la delación que el temor al izquierdismo imperante suscitó entre muchos miembros de una sociedad convenientemente adoctrinada para ello o por el accionar de los ‘recolectores de datos’ del Destacamento de Inteligencia 182, informantes pagos del Ejército, auténticos rentistas de la traición.
¿Qué hace la justicia?
La Fiscal Federal Cristina Beute explicó cómo actúa al justicia ante quienes aparecieron en la lista como “buchones” durante la última dictadura y cuá es la situación de Tarifeño
– ¿Cuál es la situación de estas personas frente a la Justicia? – Si las personas son indicadas como partìcipes de algún hecho concreto, es decir, detención, tortura, aunque su participación sea secundaria (entregador, por ej) su situación es de imputado. Caso contrario se puede considerar la posibilidad de citarlos como testigos, sabiendo que es prácticamente nula la posibilidad de que aporten alguna información relevante. Si son imputados, se los cita a indagatoria. Sabemos que seguro tienen información, pero es altamente improbable que la aporten. El espíritu de cuerpo puede más, tenemos algunos casos que lo han confirmado.
– ¿Tarifeño podría haber tenido alguna relación con el Operativo Cutral Có realizado en 1977? ¿Existe alguna denuncia contra él? – No existen datos en la causa que lo involucren. Quizá con esta revelación alguno de los testigos pueda reelaborar información que antes le pareció irrelevante. Habría que hablar con los protagonistas sobrevivientes. Hasta ahora no hay nada.
– ¿Como presunto militante de izquierda, él tiene algún antecedente policial? ¿Quedó detenido luego de alguna movilización popular, por caso? – Desconozco, no hemos investigado a esta persona en la causa.
(*) Dirigentes del MST informaron que Tarifeño dejó de mantener contacto con esa organización en los últimos dos años, luego de otro par de años de activismo esporádico.
(**)No es secreto ya que recién unos pocos años atrás se logró la desclasificación de documentos como los que dio a conocer la revista Veintitrés.
Fuente: (8300)