De esta manera el Estado fija esta fecha como inicio del horror de la última dictadura militar, desconociendo que hubo represión, secuestros y torturas antes del 76, tal como lo vienen plasmando en los juicios mediocres y burgueses que vienen desarrollándose, y de esta manera se comportan como organizadores del olvido. Fijando esta fecha para recordar y creando estos juicios, el Estado simula preocuparse y ocuparse de los reclamos de justicia del pueblo por los crímenes cometidos, pero sólo intenta confundir, disuadir y hacer un cierre en este capítulo de la historia/ un punto y a parte…
La experiencia nos dice que las condiciones en las cuales entraremos al 2º tramo de los juicios contra los genocidas, son perversamente iguales a las del 1º tramo, donde los genocidas son beneficiados y las y los compañeras/os revictimizadas/os.
Como H.I.J.O.S. Alto Valle no aceptamos los espacios y las condiciones que impone el Estado para negociar la reparación de sus atropellos e inequidades. Es así entonces que hacemos nuestra la calle como espacio de lucha, no las instituciones del Estado, tanto las que se hacen cargo de serlo como las que no, o cualquier otra que siempre termina siendo funcional al mismo.
Defendemos la lucha como espacio de construcción de cambios, es por eso que reivindicamos la lucha revolucionaria de nuestros compañeros y compañeras, nos apropiamos respetuosamente de cada una de sus historias para darles identidad y de esta manera mantener la memoria viva.
Una memoria que es colectiva, que se construye en un proceso continuo, permanente, una memoria necesaria para no crear las condiciones que favorecen al genocidio.
Un genocidio que se construye no sólo con el genocida y con la víctima, sino con una sociedad cómplice e ignorante.
Por eso apostamos a mantener la memoria viva, porque de esta manera tendremos una sociedad comprometida, que construya su propia justicia, una justicia popular.
Una justicia que no se construye dentro de las paredes de un juzgado, sino en la calle, de forma activa y consciente.
Un claro ejemplo es el repudio y escrache que está haciendo un sector de la sociedad con los genocidas que formaban parte del servicio de inteligencia del Batallón 601.
Reivindicamos el escrache como una herramienta de denuncia que permite, por ejemplo, socializar la identidad de los genocidas que aún están sueltos, repudiar cada hecho de violencia del estado, repudiar la impunidad de los poderosos, repudiar la apropiación de nuestra tierra de parte del poder capitalista. Concebimos al escrache como herramienta popular ante la falta de respuesta y la complicidad de la estructura burguesa y por eso seguiremos gritando SI NO HAY JUSTICIA, HAY ESCRACHE.
Mientras lo único que sube es el costo de vida; mientras las escuelas son instituciones de replicación del sistema y no de transformación y liberación; mientras los hospitales públicos se caen a pedazos; mientras sigan desapareciendo personas en manos de la trata y en manos de las fuerzas represivas del estado; mientras las y los trabajadores sigan siendo explotados/as y relegados/as a simples estadísticas; mientras las y los genocidas sigan libres pues sólo se condena a las cabezas visibles; mientras los pueblos originarios son despojados de su autonomía y territorialidad; mientras haya miseria y exclusión… desde H.I.J.O.S. Alto Valle seguiremos trabajando para que nuestros espacios de construcción como las marchas, las asambleas, los escraches, los actos reivindicativos, los espacios de información y formación se ocupen soberanamente y preservando el sentido de los mismos, evitando que se conviertan en escenarios de puja de poder o en vidrieras de las organizaciones.
A 34 años del golpe genocida decimos:
¡APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LÓPEZ, SERGIO ÁVALOS, FLORENCIA PENNACCHI, LUCIANO ARRUGA Y TODAS Y TODOS LOS DESAPARECIDOS/AS!
¡CASTIGO A TODAS Y TODOS LOS/AS GENOCIDAS Y SUS CÓMPLICES, LOS DE AYER Y LOS DE HOY!
Por la lucha revolucionaria de las y los compañeras/os setentistas ¡presentes – ahora y siempre!
H.I.J.O.S. Alto Valle
Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio