Considero importante, comenzar a tocar algunos temas que hacen a la militancia actual, en estos periodos de globalización y comienzo del nuevo milenio. Entre uno de los temas fundamentales a analizar es el hecho de que papel juega el movimiento anarquista en la sociedad actual, que cambios debe promover la revolución y que entendemos sobre la misma.
Se ha discutido bastante sobre su validez o posibilidad, sobre todo en algunos países europeos, aquellos que seguimos considerándonos revolucionarios debemos profundizar sobre que entendemos en este momento por revolución y con que características se dará este proceso. Consideramos que una de las funciones del anarquismo es la de llevar a cabo un análisis critico y profundo del actual sistema y al mismo tiempo, plantear propuestas alternativas que incluyan nuestros valores y pautas organizativas, en todo movimiento popular donde tengamos oportunidad de actuar.
Desde el punto de vista metodológico, podemos decir que nuestro análisis parte de apreciar al ser humano en su totalidad, o sea, no solo como ser económico, o político, o social, sino que todo eso junto y además un ser que goza, sufre, se recrea, disfruta de la creatividad, del juego, de las relaciones, tanto con sus iguales como con los otros seres que forman parte de su entorno y su medio, por lo tanto para realizarse en plenitud se requieren de ciertos valores como la igualdad, el amor, la solidaridad, la cooperación que empapan permanentemente su accionar colectivo y permiten esa realización, como paso imprescindible para la libertad, que es el fin ultimo del ideario anarquista.
Como forma de iniciar el análisis consideramos importante tener en cuenta que la actual situación del planeta requiere medidas urgentes para posibilitar la subsistencia y la vida de los seres humanos en el mismo. El avance del sistema capitalista y su triunfo polarizante, nos coloca en una situación critica que ya no permite medias tintas, cada vez es mas claro que este sistema se esta programando para marginar y quizá eliminar a las dos terceras partes de los habitantes del planeta. Así mismo, del tercio restante una absoluta minoría se hará cargo de la mayoría de las riquezas centralizando cada vez más el poder e imponiéndose sobre todo el resto. Este análisis, marca un rol para el movimiento anarquista que es lo que nos interesa desarrollar en estos apuntes.
Como movimiento de concepción critica y totalizadora resulta difícil imaginar un cambio o un mejoramiento del sistema actual, no cabe duda que cualquier parche al mismo solo puede servir para prolongar su actual estado y al mismo tiempo mantener la actual situación de explotación y dominación que ejercen. Los ejemplos históricos fundamentan estas apreciaciones, la caída del muro de Berlín, así como de todo el campo llamado de socialismo real, demuestra que al no haberse producido ese cambio total que los anarquistas reclamaron permanentemente, los valores del sistema se cuelan por los resquicios burgueses que siempre sirven a los mismos intereses, es decir, a los que detentan el poder. Ellos pueden cambiar de rostro y de camiseta, pero las posibilidades de explotación y dominación siguen siendo las mismas.
Una de las características propias de este sistema, es que sus organismos representativos de sus valores, son en si mismo, un ejemplo que responde a ellos y que en la practica lo llevan a cabo. Un ejemplo típico puede ser los locales de McDolars, que invadieron el mundo globalizado, además de vendernos productos que son el fruto de una terrible explotación al planeta donde tienen sembradas las vacas con las que producen sus hamburguesas, para lo cual no dudaron en talar bosques tropicales con especies únicas, destruyendo en esta forma la biodiversidad, que nos pertenece a todos, o la terrible sobre explotación a la que están sometidos sus empleados, trasmiten los modelos de la competencia y la jerarquización, con el cuadro al mejor empleado, la eficiencia de su servicio, veloz, higiénico, económico, funcional. En síntesis, al decir McDolars es bueno se esta diciendo, la competencia, la jerarquía, la eficiencia, son buenas en si, no importa los medios que se utilizaron para conseguirla.
Por otra parte con ellos se justifican la explotación y dominación que sufren tanto los seres humanos como el planeta que se vinculan a la empresa. En otras palabras, el fin justifica los medios. Si tomamos el tema de la monetarización social, o sea esa necesidad de valorar todo con el signo de pesos, debemos plantearnos alguna explicación para este fenómeno y para eso podemos tirar varias puntas:
1) el capitalismo debe crecer permanentemente, en cuanto deja de hacerlo puede sucumbir, por otra parte es claro que el planeta pone sus limites relacionados con la producción, por lo tanto, la producción de servicios, que pueden facturarse sin limites, así como la producción de bienes cotizados en costo-beneficio, o sea que se relaciona con el beneficio que le ofrece al usuario y no con el costo real del producto, le permite al capital financiero ir creciendo sin limite.
2) el principal método de circulación de capitales es a través de la informática donde se transfieren capitales por miles de millones de pesos por minuto, la cotización de las acciones tampoco tienen limite, ni para arriba, ni para abajo. El capital financiero internacional sube o baja a su antojo el valor de las acciones y por lo tanto, la distribución de ese capital financiero.
3) la monetarización de la sociedad da la posibilidad de mantener un control sobre ella por parte del capital.
4) entendiendo este tema en estos términos podemos visualizar mejor el sentido de las privatizaciones de servicios públicos y su relación directa con las deudas externas a la que fueron sometidos los países del Tercer Mundo para facilitar su dependencia.
Podríamos asegurar que con el, actualmente, denominado neoliberalismo, acompañado de un gran avance tecnológico y cibernético, la cantidad de riqueza, realizada por muy pocas manos, y también acumulada por muchas menos, supera largamente cualquier cifra imaginada hace solo una o dos décadas atrás. Esta acumulación de riquezas significa status y poder con la consiguiente sobrevaloración que todos los medios de comunicación hacen de ellos. Así vemos que la eficiencia, la competencia, la jerarquización, la monetarización, se transforman en valores absolutos que forman la política del mercado. Estos valores y consignas, se han generalizado y han alcanzado a todas las capas sociales y han empapado, de una forma u otra a las distintas corrientes ideológicas, incluso a aquellas que se plantean un cambio social profundo. Sobre todo el pragmatismo y la eficiencia han ganado adeptos entre militantes y organizaciones, que en pos de ellas, utilizan los métodos y técnicas del enemigo sin conciencia crítica. El ejemplo más generalizado es el uso de las tarjetas de crédito, que, a pesar de tener claro lo que significan como elemento de control, igual son utilizadas, hasta por las propias organizaciones, para facilitar sus pagos y cobros. Podemos decir lo mismo con el uso, sobre todo el abuso, de automóviles, informática, y otros elementos sin hacer un análisis critico de lo que significa la tecnología al servicio del actual sistema.
Como síntesis de este apartado, podríamos decir que la función primordial del anarquismo es la de ejercer una critica profunda al actual sistema, desde el punto de vista de lo que significa la distribución del poder así como la de los valores jerárquicos que empapan todas sus instituciones, y tener siempre en claro uno de nuestros principios ineludibles, solo la coherencia de los medios garantizan un fin acorde a la propuesta, para llegar a la libertad solo se puede lograr sin alineación. Por lo tanto una de las funciones del militante anarquista es la de descubrir el grado de contradicciones en las que se puede caer intentando, dentro de lo posible, eludirlas y denunciarlas, como diría Malatesta al anarquista le resulta difícil vivir sin contradicciones y mas difícil aun es no sufrirlas.
Con estos postulados como base, los anarquistas intentan intervenir en todo movimiento social que socave en alguna forma las bases del poder, en defensa de la vida y el derecho de los seres humanos a habitar en este planeta. En estos movimientos, que son permeables a sus principios, plantean permanentemente las formas organizativas autogestionarias, la participación directa de la gente, teniendo en cuenta que el objetivo final solo se lograra con un profundo cambio en los valores que nos quiere imponer el sistema y esto solo podrá llevarse a cabo con un proceso revolucionario social que comienza con una negación absoluta a aceptar estos valores. Partiendo de la base de que el actual sistema se impuso con la difusión de la no-ética maquiavélica del para llegar al fin no interesan los medios, así como por una difusión y penetración de los valores antes mencionados, no cabe duda que los valores de solidaridad, ayuda mutua, igualdad, espontaneidad, que sustentan la ética anarquista, juegan un rol fundamental si se quiere realmente llegar a un cambio revolucionario.
La autogestión
Como método de acción los anarquistas promueven la autogestión, que es considerada como un medio y un fin simultáneamente. Es así que tanto, sus organizaciones especificas, como en los organismos en que participan militantemente, la promueven como pauta organizativa. Esta terminología tuvo su mayor aplicación al referirse a centros de producción que funcionaban bajo el total control de sus trabajadores, pasando luego a utilizarse para mencionar a toda organización que tomara como base la participación directa de la gente para dar satisfacción a sus necesidades.
En cualquiera de los casos la autogestión hace referencia a un proceso grupal de participación directa, suele malinterpretarse el término con la mención de hechos individuales que solucionan problemas de carácter personal. Desde nuestro punto de vista, la autogestión es siempre un hecho social que empapa, en si misma, la idea de participación directa, asamblearia, superando todo intento de organización jerárquica y centralizada que los defensores del sistema o sus cómplices, plantean como única posibilidad de hacerlo.