El juez Sommer había dispuesto un reconocimiento judicial del Pillan Lelfun (espacio ceremonial y sagrado) y el Rewe (lugar puro indicado por un arbusto nativo) a partir del recurso de amparo presentado por la comunidad Paisil-Antreao, por el que ordenó el viernes pasado la paralización de las obras en el lugar en conflicto.
Por Lof Paichil Antriao
Con Fischer estuvieron su abogado Héctor Vénica y otros supuestos inversores en conflicto con la comunidad en un sector vecino: Bianchini y Bernardi, todo bajo la protección armada de la policía del Neuquén apostada como guardia de seguridad privada desde el 2 de diciembre pasado. Tanto Fischer como Bernardi grabaron la presencia de miembros del pueblo mapuche aparentemente con cámaras de video.
Algunos de los efectivos del grupo GEOP apostado en defensa del norteamericano Fischer fueron identificados como los mismos que intervienen en la militarización del territorio de la comunidad Huentru Trauel Leufu de Picún Leufú, en ese caso en defensa de una multinacional petrolera.
– Restitución total e inmediata del Pillan Lelfun y el Rewe al Pueblo Mapuche bajo el resguardo de la comunidad Paisil Antreao.
– Paralización total y definitiva de las obras civiles en toda esa fricción del territorio.
– Reparación total e inmediata de todos los daños ocasionados en el Pillal Lelfun y el Rewe.
– Desmilitarización total y definitiva del territorio de la comunidad Paisil-Antreao.
Lof Mapuche en conflicto Paichil Antreao
(*) Acompañamos el documento sobre el valor espiritual del Rewe que presentamos hoy ante el juez Sommer.
Cerro Belvedere, territorio ancestral mapuche, 27 de enero de 2010.
La destrucción del rewe y el fin de la vida mapuche
Presentación de la comunidad mapuche Paisil-Antreao y el miembros del pueblo en los autos caratulados “Comunidad Paichil Antreao c/Fisher William Henry s/inc medida cautelar (INC-2011/2010) ante la audiencia fijada por el juez Federico Sommer para el día de la fecha en el territorio en conflicto.
El sentido, la razón de ser y la proyección de vida del Pueblo Mapuche se nutre, alimenta y revitaliza en la espiritualidad. La espiritualidad es la esencia y la comprensión del Mundo y la vida en todas sus formas. La vida Mapuche está regulada por el Az-Mapu (ordenamiento de la naturaleza); nuestros antepasados así lo entendieron, así lo comprendieron y así lo han perpetuado en nuestra filosofía de vida. En el mundo Mapuche todos los elementos de la naturaleza son importantes y necesarios para mantener el EQUILIBRIO y ARMONIA: nuestra razon de ser en el Mapu. Ningún elemento sobra o está demás y todo tiene vida propia. La espiritualidad permite la comunicación, relación y co-existencia entre los Mapuche, las fuerzas de la naturaleza, los espíritus protectores y nuestros kuifikecheiem (antepasados Mapuche). Dentro de este Az-Mapu los Mapuche organizamos nuestra vida en reciprocidad con el WallMapu (territorio) porque hemos brotado de la tierra y somos parte de cada elemento natural y sobrenatural (lo que vemos y lo que no vemos) que existe en este mundo y el universo.
Es a través del Az-Mapu donde las fuerzas y espirìtus de la naturaleza nos ordenan la vida. Así nuestro pueblo sabe donde construir sus ruka (kasas), instalar los Eltuwe (cementerios) y todo tipo de espacios que permiten el desarrollo de la vida de las Comunidades y de las personas. A través del Az-Mapu los Mapuche logramos definir y encontrar lo más importante para la vida de una comunidad: El Pillan Lelfun (espacio ceremonial y sagrado).
Dentro de este espacio se ubica el Rewe (lugar nuevo, puro). Sólo allí pueden concentrarse de Meli Troy Mapu (cuatro partes de la tierra) los Newen (fuerzas de la naturaleza, energías del cosmos), los Nien (fuerzas y espíritus protectores), el conocimiento y la sabiduría de nuestra gente antigua (Reche) que habitan el Minche Mapu (tierra de abajo), Nag Mapu (tierra que pisamos) y Wenu Mapu (tierra de arriba). Las comunidades se ordenan en torno a este espacio.
Esas condiciones son indispensables e imprescindibles para profundizar nuestra esencia y responsabilidad con el mundo Mapuche (Natural y sobrenatural). Es un espacio físico que no lo eligen las personas sino que es la propia naturaleza quien lo determina. Sin el Pillan Lelfun y el Rewe las Comunidades y los Mapuche en general no podremos levantar el CAMARUCO o KAMARIKUM como en la actualidad se viene realizando, ni celebrar el We Tripantu-Wiñoy Tripantu (Inicio de un nuevo ciclo natural en el Hemisferio Sur); tampoco realizar otras ceremonias de gran importancia como el Ngellipun, el Catan Kawin…
En el caso concreto del Pillan Lelfun y Rewe que violenta y destruye la obra civil de William Fischer en el espacio de ocupación tradicional de la comunidad Paisil-Antreao, los Mapuche de esta parte del Nawel Huapi levantaban ceremonia por lo menos hasta la dècada del ’40, lo que quedó grabado en la memoria y transmisión de conocimiento en nuestros mayores. Por caso, la abuela Tránsito Paisil casada con Domingo Barría iba al Pillan Lelfun y Rewe, llevando a su hija Magdalena Barría para principios del siglo XX. Doña Magdalena es la madre de Berta Quintriqueo Barría Paisil, miembro actual de la comunidad Paisil-Antreao.
El proceso de fragmentación y despojo del antiguo lote pastoril Nº9 se produce con fuerza a partir de 1950, interrumpiendo a la vez la posibilidad concreta de relación recíproca con este espacio sagrado.
Estas obras alteraron negativamente no sólo el espacio fìsico, sino que quebrantaron la armonía y el bienestar de las personas en todos sus planos de existencias, para lo que no hay reparaciòn desde la cultura occidental. Solamente el pueblo mapuche podrá en mucho tiempo repararlo en parte, ya que si con estos destrozos desapeciera un elemento de la naturaleza, desaparece parte de nuestra cultura.
Si se priva del acceso libre y en paz al Pillan Lelfun y Rewe se vulnera las posibilidades espirituales de existencia plena y libre del Pueblo Mapuche. Sin la posibilidad del ejercicio pleno de nuestra espiritualidad los Mapuche dejamos de existir como Pueblo Milenario.
Reclamamos a los estados el cumplimiento de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, especialmente en este caso:
Artículo 11
1. Los pueblos indígenas tienen derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones y costumbres culturales. Ello incluye el derecho a mantener, proteger y desarrollar las manifestaciones pasadas, presentes y futuras de sus culturas, como lugares arqueológicos e históricos, utensilios, diseños, ceremonias, tecnologías, artes visuales e interpretativas y literaturas.
2. Los Estados proporcionarán reparación por medio de mecanismos eficaces, que podrán incluir la restitución, establecidos conjuntamente con los pueblos indígenas, respecto de los bienes culturales, intelectuales, religiosos y espirituales de que hayan sido privados sin su consentimiento libre, previo e informado o en violación de sus leyes, tradiciones y costumbres.
Artículo 34
Los pueblos indígenas tienen derecho a promover, desarrollar y mantener sus estructuras institucionales y sus propias costumbres, espiritualidad, tradiciones, procedimientos, prácticas y, cuando existan, costumbres o sistemas jurídicos, de conformidad con las normas internacionales de derechos humanos
– Restitución total e inmediata del Pillan Lelfun y el Rewe al Pueblo Mapuche bajo el resguardo de la comunidad Paisil Antreao.
– Paralización total y definitiva de las obras civiles en toda esa fracciòn del territorio.
– Reparación total e inmediata de todos los daños ocasionados en el Pillal Lelfun y el Rewe.
– Desmilitarización total y definitiva del territorio de la comunidad Paisil-Antreao.
Fuente: http://www.avkinpivkemapu.com.ar