Por: Marcela Dángelo
Espacios que parimos nosotras y quiso ser tomado, desde su nacimiento, por la iglesia, por partidos políticos y por seudos sindicatos patriarcales que proponen dejarnos ancladas en la violencia del sistema prostituyente.
Hoy, con el cuento de hacerlo “más inclusivo” nos han robado la historia, distorsionado sus objetivos, lo habilitaron para que sea pro explotación de nuestros cuerpos, lo han financiado con dineros de las partidocracias que así puede contar con auditorios cautivos para meter sus consignismos. Desde el año 2020 vienen embistiendo con un objetivo: el corrimiento de las mujeres como sujetas de estos encuentros, que viene asociada al borramiento de las mujeres tan anhelado por la teoría queer, con complicidades varias.
¿Por qué intentan distraernos de lo que nos está pasando a nosotras, a nuestras vecinas, a nuestras compañeras de lucha, a nuestras amigas, a nuestras hijas, a nuestras hermanas, en un sistema que no para de subalterniarnos?
¿Por qué están tan empecinados en limitar nuestra potencia?
Vemos que la invasión de los Encuentros está teñida del miedo que les provoca que nosotras digamos nuestras verdades, simplemente describiendo lo que nos pasa. Nos hacen creer, a muchas, que dar la pelea en ese espacio robado es lo que importa. Es el patriarcado reciclado que hoy vuelve a embestir!!!
Rechazo la intromisión y la violencia que se ejerció sobre los Encuentros Nacionales que pretende mostrarnos el “quien manda acá”, o dicho en otros términos “quien decide”, además de “qué se decide”, “dónde se decide”, “cómo, por qué y cuando”.
Muchas de nosotras, las que hoy integramos e impulsamos el feminismo (con organización, ideas, imágenes, símbolos y acciones) tuvimos nuestra primera aproximación a “eso que sucede cuando las mujeres nos encontramos”, en los ENM (Encuentros Nacionales de Mujeres). Nuestra preocupación por este espacio nace desde allí. Desde la comprobación corporal de su potencia, desde el conocimiento que produce la experiencia vivida en los Encuentros Nacionales. En la expansión, la problematización y la profundización del feminismo en estos territorios tan mestizos, tan contradictorios y tan potentes que somos las periferias.
Nuestros Encuentros fueron buenos para las mujeres, para el feminismo, para la diversidad, buenos para la sociedad toda.
Revolucionario era eso: el encuentro mismo. ¿Cuántos otros espacios tuvieron la intensidad de los ENM? (Encuentros Nacionales de Mujeres).
Ahora convertido en caja de resonancia de las multinacionales de la explotación de nuestros cuerpos, de niñas/os, de multinacionales de la medicalización, de las multinacionales de las cirugías. Espacio de propaganda partidaria y con espejismo de “resistencia”, al participar en él, para algunas feministas.
Al menos para las que nos proponemos el desarrollo de un feminismo anticapitalista, internacional, mestizo y latinoamericano, los Encuentros Nacionales fueron tremendamente importantes.
Hoy hacemos el esfuerzo de reconstruirnos.
Así surge el Encuentro Federal de Mujeres en Córdoba los días 12 y 13 de octubre 2024. Veremos si podemos porque es muy pesado lidiar con la financiación actual de quienes nos robaron espacio, historia y distorsionaron los fines.
Enfrentar la teoría queer complicada y difícil de evaluar con las consecuencias políticas que se trae, con las multinacionales de las explotaciones y de la medicalización apoyando la usurpación.
DIFICIL!!! … NO IMPOSIBLE!!!