Comunicado a favor del feminismo

Antes de nada queremos desmarcarnos del supuesto “feminismo” institucional o estatal.
Para él, la emancipación o liberación de la mujer consiste en la concesión de derechos por su parte, en la protección mayor o menor de las mujeres respecto de la violencia machista mediante sus instituciones y cuerpos de “seguridad”, la ubicación de mujeres en algunos puestos “superiores” de “decisión” en sus instituciones y organismos.

Para nosotras la libertad es otra cosa:

Es acabar con la prepotencia y la docilidad en todas nuestras relaciones; es que no se enfoque la vida de algunas personas en satisfacer las necesidades o apetencias de otras (+cuidados compartidos y apoyo mutuo comunitario), porque la libertad y dignidad humana consiste en aceptar que todas las personas somos sujetos, no instrumentos, con nuestros propios deseos, intereses y necesidades, y nuestra voluntad sobre nuestra propia vida y nuestro propio cuerpo debe ser respetada siempre, las personas no cosificadas no son tampoco meros objetos de placer; la libertad consisten en acabar con la supremacía de lo masculino y lo adulto, con la negación y represión de los sentimientos, con la apariencia de invulnerabilidad; la visión de la heterosexualidad como universal y cualquier otra sexualidad como perversión; la banalización del sexo y mercantilización de la vida; la libertad empieza acabando con la posesión y la propiedad, las restricciones afectivas, la jerarquización de las relaciones proyectada hacia la familia, y, por último, la libertad empieza donde acaba el género.

La libertad comienza con la destrucción del patriarcado, no con su transformación.
No queremos tomar decisiones bajo los dictados de un orden patriarcal y capitalista, respetando sus reglas del juego, eso no nos hace libres, es una ilusión.

El Estado nunca será garante de nuestra emancipación verdadera sino el responsable de nuestra claudicación y estancamiento.

Hay agresión y menosprecio hacia las mujeres y todo lo que se considera femenino o menos masculino en mensajes y actitudes frecuentes, a lo que estamos tan acostumbrados que ni si quiera somos capaces de percibirlo. Verlo es el primer paso que dar para que podamos acabar con la violencia patriarcal.

La libertad sólo está en nuestras manos y en nuestra propia capacidad de impulsar el cambio, nadie lo hará por nosotras.

Es muy fácil desvirtuar y desacreditar el feminismo para poder auto justificar la falsedad, incoherencia y posturas reaccionarias. Sinceramente, ¿a qué se tiene miedo?

Basta de desconsideración, basta de victimismo, basta de estigmatizar y basta de culpabilidades y de eludir responsabilidades.

Los valores asignados a un género en realidad son valores humanos, desarrollemos los que nos ayuden a ser libres y a compartir.

El movimiento feminista ha dado herramientas a las mujeres que podemos utilizar para nuestra auténtica liberación, profunda y sin condiciones. No reneguemos de ello y usémoslas para eso.

Que ¿qué queremos las mujeres? Respeto, así de sencillo.

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