Funcionarios/as y proxenetas neuquinos/as quieren debatir la creación de una Zona Roja neuquina. Consideran que “el problema” de los prostíbulos es que están en pleno centro de la ciudad, demasiado cerca de la gobernación y/o de la policía. Según el diario Río Negro, hay más de “20 prostíbulos clandestinos” en la ciudad y según funcionarios, como Pablo Piccinini, director de Comercio de esta capital, “tenemos un vacío legal en torno a los prostíbulos en la región”.
Para quienes nos preocupamos por los derechos que deberían garantizárseles a mujeres, trans y travestis en situación de prostitución, que el tema de debate y agenda sea la creación o no de una zona roja nos resulta un desacierto gravísimo. Lo que urge en Neuquén no es la creación de una zona especial en la que la explotación sexual esté legalizada. Durante los últimos años, la sociedad neuquina tomó conocimiento de muchas situaciones que se dan en torno a “la prostitución”: mujeres y niñas/os víctimas de trata, prostíbulos que explotan niñas/os, mujeres y travestis; niñas/os que desaparecen, etc. También violaciones de derechos a los que son sometidas demasiadas personas en nuestra provincia y en la capital para las que sí hay marcos legales vigentes que es necesario que sean respetados. Por todo esto, consideramos necesario que el Estado tenga otras preocupaciones en torno a la explotación sexual y la trata de mujeres, exigimos que deje de ignorar estas problemáticas y que desista de instalar en la comunidad una discusión que tiene más que ver con la moralidad y las supuestas “buenas costumbres” que con la violación de las leyes y de los derechos de las víctimas.
Pero sobre todo, nos preocupa que funcionarios/as digan que hay “un vacío legal” en torno a la prostitución. No es cierto, la explotación sexual ajena está prohibida en nuestro país desde 1957, cuando la Argentina ratificó la posición abolicionista del Convenio para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena (ONU, 1949). Desde entonces, está penado el proxenetismo, la rufianería y la trata de mujeres. Si no, ¿por qué los prostíbulos son clandestinos?, ¿por qué la mayoría están habilitados como whiskerías, cabarets o casas de masajes? ¿Por qué muchos de los proxenetas elijen explotar sexualmente a mujeres, niñas/os y travestis en departamentos privados? Que esta legislación no se respete tiene que ver con la naturalización del la explotación sexual que padecemos las mujeres, travestis y trans, con la mercantilización de nuestros cuerpos, con las inmensas ganancias que generan para quienes explotan, con la naturalización de la corrupción y el delito, con la naturalización de que seamos las mujeres, niñas, niños travestis y trans las víctimas de todo tipo de violencias y en especial de las sexuales.
Abrir el debate en torno a la prostitución podría ser un paso positivo en el marco legislativo y también social, pero debería ser un debate abierto y franco, que contenga todas las voces sociales involucradas, que priorice discusiones en torno a la creación de políticas de inclusión (económicas y sociales) para quienes están en situación de prostitución; que contenga el debate en torno a las pautas morales o la doble moral que rigen las leyes y el funcionamiento hipócrita de nuestra sociedad; que contenga debates en torno al sexismo patriarcal que justifica el consumo masculino de prostitución “por necesidad”, y encubre a proxenetas y rufianes construyéndolos como “personas solidarias” que ponen a disposición sus bienes y estructuras para organizar mujeres que ganan mucha plata a cambio placer.
– Exigimos políticas públicas de inclusión para quienes están en situación de prostitución por necesidad. No planteamos una discusión moral, sino que, como afirma Lohana Berkins, “la prostitución que la elija quien la quiera elegir”.
– La creación de una zona roja es la legalización encubierta del proxenetismo, la rufianería y la trata de mujeres en Neuquén. Además, es una medida discriminatoria, porque implicaría designarles arbitrariamente a quienes viven en situación de prostitución en calle dónde tienen o pueden estar. Es violentarlas, discriminarlas, aislarlas.
– Exigimos el desmantelamiento urgente de todas las redes de trata y prostitución y la aparición con vida de todas las desaparecidas por dichas redes.
Contacto: Silvina Bergmann (0299) 154 603370
“Las están desapareciendo para que sean tus putas,
decinos en qué cabaret las viste anoche.”
Sin Cautivas