Víctor Purreta, condenado por hechos de violencia contra una mujer que fue su pareja y también sentenciado por obligar a ejercer la prostitución a la desaparecida Andrea López, apareció el viernes a la noche en el festival de box que se hizo en el Club Argentino.
El boxeador no sólo recuperó la libertad, sino que hizo de jurado con el aval de la Comisión Municipal de Boxeo.
Ese organismo es el que define quiénes son los jurados, y obviamente depende del Gobierno comunal, que desde su área de Políticas de Género expuso como ejemplos de violencia los casos en que quedó involucrado Purreta.
Purreta fue uno de los tres jurados de la pelea central.
Su última víctima, Analía Gómez, avisó: “Me dijo que cuando saliera de la cárcel me iba a matar. Y lo va a hacer”.
De acuerdo a lo que pudo saberse, el boxeador recuperó su libertad se trataría de una “libertad asistida” en la semana previa a la actividad pugilística de este fin de semana.
Purreta fue denunciado en forma múltiple a raíz de diversos episodios de violencia en los que fue protagonista, agrediendo a quien era su pareja.
Los jueces del Tribunal de Impugnación Penal, Filinto Rebecchi y Verónica Fantini, fueron los que firmaron la ratificación de su última condena, en junio de este año: le dieron un año y seis meses de prisión a raíz de las agresiones contra quien era su pareja, Analía Gómez confirmando lo actuado por el juez de primera instancia, Hugo Farías.
La condena en primera instancia data de febrero de 2010, por el delito de lesiones agravadas por el vínculo. En cambio, quedó absuelto de la acusación de amenazas con armas.
La mujer lo había denunciado institucional y públicamente en agosto del año pasado. Antes de la intervención formal de la Policía y la Justicia, le habían hecho siete denuncias.
Cuando la condena quedó ratificada, Purreta quedó preso, porque es reincidente. Antes, fue investigado por la desaparición de su pareja y madre de su hijo, Andrea López, ocurrida la madrugada del 10 de febrero de 2004. La mujer aún permanece desaparecida.
La madre de López, Julia Ferreyra, denunció que Purreta obligaba a su hija a ejercer la prostitución y eso dio lugar a una causa judicial. El 15 de junio de 2005, Purreta fue condenado a cinco años de prisión por facilitamiento y promoción de la prostitución de Andrea López. Cumplió dos años y medio en prisión, para salir con libertad condicional. La madre de Andrea López siempre expresó sus sospechas por el rol de Purreta en la desaparición.